lunes, 3 de abril de 2017

Lección nº 10: JESUS SANA A LA SUEGRA DE PEDRO S. Mateo 8: 14-17 (S. Marcos 1: 29-24; S. Lucas 4: 38-41)



EL MILAGRO



La lectura del Evangelio de Marcos nos da mayores datos sobre este suceso. Así podemos ubicarlo en Capernaum, un día de reposo (sábado) y después de la realización del culto en la sinagoga. Jesús llegó hasta la casa de Pedro junto a Pedro, Andrés, Juan y Jacobo.

Jesús no tenía casa propia; por esa razón cuando estaba en Capernaum o en sus alrededores, se alojaba en la casa de Pedro. Pedro estaba casado, y algunos historiadores dan por cierto que más tarde su esposa fue una gran ayuda para él en la predicación del mensaje de Salvación. Según Clemente de Alejandría, la mujer de Pedro habría sido martirizada junto al apóstol; dice Clemente textualmente: "Viendo como su esposa era llevada hasta la muerte. se regocijó por el llamado a dar testimonio de esta manera que ella había recibido, y le habló estimulándola y dándole coraje, llamándola por su nombre y diciéndole: Acuérdate del Señor..." (La cita es de W. Barclay).

En Palestina habían tres clases de fiebres muy comunes: la de "Malta" que debilitaba al enfermo y después de años de sufrimiento podía acabar con la muerte; una muy similar a la que hoy conocemos como "fiebre tifoidea"; y la "malaria" que era la más común... Capernaum por su cercanía al mar de Galilea era zona apta para el desarrollo del mosquito que contagia la malaria. Esta hacía sentir muy mal al enfermo y es probable que fuera la que padecía la suegra de Pedro.

Jesús llega de la sinagoga tal vez cansado... Las secuencias de los distintos evangelios nos lo muestran haciendo milagros abundantes ese día. El seguramente quería descansar... Pero se encontró una vez más con la enfermedad. Esta situación le conmovía y entristecía porque El sabía que todo este dolor era a causa del pecado de la humanidad.

El pasaje nos dice que Jesús tocó su mano y la fiebre le dejó... Una vez más el Señor actúa con sencillez, con prontitud y con ternura. No había allí multitudes que le vieran ni necesitaba El de ciertos gestos especiales. No se nos dice tampoco que Jesús haya pedido este milagro al Padre, pero un estudio del obrar del Señor en estos casos nos permite asegurar, conociendo además su íntima y plena relación con el Padre, que su gesto sanador estaba de acuerdo con lo que el Padre quería. Podríamos pensar sin equivocarnos que al ver a la suegra de Pedro enferma, su corazón conmovido inmediatamente interpretó en el amor la Voluntad del Padre... Y así obró Jesús.

Respecto a la mujer debemos notar que ella tomó el milagro como algo esperado del Señor. Ningún evangelio cuenta que ella se haya sorprendido o haya actuado luego de alguna manera llamativa... Sabía muy bien que Jesús podía sanarla si El quería, y conocía profundamente el amor del Señor. No es errado pensar que ella al sentir llegar a Jesús con sus discípulos haya pensado para sí: "Tal vez el Maestro me sane..." si la fiebre acaso le dejaba pensar y percibir lo que ocurría a su alrededor. Y el Maestro le sanó.

Inmediatamente ella sirvió a Jesús y a los discípulos ejerciendo la digna función de la mujer ama de casa al recibir a sus hijos e invitados. No perdió tiempo: Fue sanada e inmediatamente se puso a servir...

El pasaje nos cuenta luego que Jesús recibió en casa de Pedro a muchos enfermos y sanó a muchos... A pesar del cansancio del día Jesús no dejaba de obrar. Seguramente la suegra de Pedro estuvo a su lado ayudándole, sirviéndole, para que otros fueran sanados como ella había sido sanada. No guardó para sí la bendición: la compartió con otros.









LA ENSEÑANZA



De Jesús aprendemos que no hay un estilo para obrar con amor. El sanó a algunos antes de llegar a la casa de Pedro, mientras iba por el camino desde la sinagoga; El sanó a la suegra del apóstol en la más plena intimidad y luego sanó a muchos delante de una multitud...

El nos muestra que siempre es tiempo oportuno para compartir el amor de Dios. Los judíos necesitaban señales; El las hizo... Pero no lo hizo convocando a reuniones especiales ni haciendo propaganda u ostentación de sus hechos. Para Jesús lo más importante era la relación personal con el enfermo y que el enfermo sintiera su amor más allá del hecho sanador.

También aprendemos del Maestro el obrar sin descanso... Podía haber dicho a la multitud que llegó a la casa de Pedro que volvieran al otro día. Pero ellos le necesitaban en ese momento. La urgencia en el obrar es a veces una demostración más de nuestro amor.

De la suegra de Pedro aprendemos dos cosas importantes que ya hemos destacado: Ella sabía que Jesús podía sanarla; por eso no se sorprendió. A veces los creyentes nos sorprendemos "demasiado" por lo que el Señor hace... Y ésto tal vez sea porque no estamos esperando grandes cosas de El. En segundo lugar ella al ser sanada se puso a servir. Esto es lo que espera el Señor de nosotros. Si El obra de una manera especial en nosotros, seguramente esperará de nosotros un servicio mejor y más comprometido.



Aplicación:

Tal vez lo más importante de esta lección sea comprender que todo lo que el Señor hace por nosotros lo hace para que le sirvamos más y mejor. De nada valen sus bendiciones si vamos a mezquinar nuestro servicio a El.



Cuestionario de repaso:



¿Qué podemos decir de la enfermedad de la suegra de Pedro?

¿Cómo actuó el Señor en esta oportunidad?

¿Qué aprendemos de la actitud de la mujer luego de ser sanada?



Versículo para aprender de memoria:

"Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó,

y les servía."

S. Mateo 8: 15



Resultado de imagen para JESUS SANA A LA SUEGRA DE PEDRO

Lección nº 9: JESUS SANA AL SIERVO DE UN CENTURION S. Mateo 8: 5-13 (S. Lucas 7: 1-10)



EL MILAGRO



Dentro del ejército romano los centuriones eran la columna vertebral...Y siendo el poder militar el sustento del imperio, podemos imaginarnos que un centurión era bien considerado por las autoridades cuanto por el pueblo. En la Biblia se nos habla en muchas oportunidades de algunos centuriones, y siempre se nos muestra a hombres nobles...

El Centurión romano tenía a su cargo un grupo de cien soldados que formaban parte de una legión, que reunía a seis mil hombres... Como todo ciudadano noble tenía su servidumbre. Este centurión también tenía sus esclavos, y uno de ellos estaba enfermo.

Es realmente llamativa la preocupación de este centurión por su sirviente, teniendo en cuenta que los amos jamás se preocuparían de este modo por los esclavos.

Aristóteles decía: "Un esclavo es una herramienta dotada de vida, así como una herramienta es un esclavo sin vida"; Gayo (legislador romano) pensaba: "Hemos de saber que es aceptado universalmente que el amo tiene poder de vida y muerte sobre sus esclavos"; Carrón (experto en agricultura) aconsejaba: "Todo lo que el amo haga con su esclavo...es juicio, justicia y ley". No quedan dudas de la ínfima consideración que un esclavo recibía de su amo... Pero no era así con este centurión; y el amor de este sobre su siervo le acercó a Jesús...

Jesús recibe al centurión y se dispone a ir hasta su casa para sanarlo. Llaman la atención dos cosas de Jesús: su inmediata predisposición a conceder al centurión lo que le pedía; y ésto es así porque el centurión no pedía para él, sino que intercedía por alguien inferior, a quien sin dudas amaba. Y en segundo lugar que Jesús se apresure a ir hasta la casa del romano pese a que para un judío era impuro entrar en la casa de un gentil. Una vez más Jesús prioriza el amor sobre la fría letra de la Ley judía... Pero no hizo falta que el Señor fuera hasta la casa del centurión.

El centurión era un hombre que había puesto su fe en Jesús y no le obliga a pasar sobre la Ley judía; él le dice: "solamente dí la palabra, y mi criado sanará" y luego hace una reflexión sobre la autoridad (v. 9). Lo que quiere decir es que así como él tenía autoridad absoluta sobre sus soldados, de la misma manera Jesús tenía autoridad absoluta sobre la enfermedad que azotaba a su criado, y por extensión reconoce la autoridad de Jesús sobre todas las cosas.

Al oírle Jesús se maravilló de una fe tan grande y dejó una advertencia a los judíos (vs. 11 y 12): en ella afirmó que muchos judíos ("los hijos del reino")que no tengan esta fe tan grande, quedaran fuera de la presencia del Padre Celestial, y muchos gentiles de todo el mundo que sí tengan esta fe se sentarán en la mesa en el Reino de los Cielos.

Jesús, conmovido entonces, dispone que se haga la voluntad del centurión... Y el siervo fue sanado en aquella misma hora. Tal vez no tanto el poder de Jesús, sino la fe del soldado romano, hayan hecho un milagro tan extraordinario.





LA ENSEÑANZA



Del centurión romano destacamos en primer lugar su amor por su esclavo, lo que, según hemos visto, era algo extraordinario en el pensamiento social de aquellos tiempos. Sin duda que esta notable capacidad de amar le acerca al ideal que Jesús propone para el hombre: Amar a Dios y amar al prójimo. El podría haber reemplazado fácilmente a su esclavo; un esclavo no era caro y mucho menos para un hombre de sus influencias. El esclavo estaba paralítico, seguramente enfermo desde mucho tiempo, y el centurión le había preservado en su casa... Es por amor que él pide lo que pide a Jesús.

También destacamos la notable fe del centurión que sorprende aún hasta a Jesús... En este hombre noble se unen el amor por su prójimo y una fe sin reparos en el poder del Señor...¡Qué combinación más notable y poderosa!

De Jesús, como Maestro, aprendemos que no habrá privilegios en los cielos, sino para aquellos que sean capaces de amar y creer como lo hizo el centurión romano. Jesús aprovecha esta oportunidad para dejar expreso que nadie se salvará por su ciudadanía ni por otra cosa que no sea una fe verdadera en el Hijo de Dios.

También vemos que Jesús no hizo diferencias entre los hombres: el centurión era soldado profesional de un imperio que sojuzgaba a su pueblo y era gentil... Sin embargo por hacer el bien Jesús estuvo dispuesto a ir hasta su casa, sin reparar en prejuicios.

Finalmente, la actitud de Jesús nos lo muestra conmovido por el amor del centurión a su criado y por la fe que él tenía en Jesús... Dios en nuestros días está buscando hombres de esta calidad para bendecirlos con su poder.



Aplicación:

Como el centurión, para nosotros el desafío es ser capaces de amar sin mirar condiciones sociales ni económicas...Amar al prójimo, no importa quién este sea. Sin dudas que una actitud así nos acercará al poder del Señor y cuando intercedamos ante El por una persona, movidos por este amor, El habrá de escucharnos y nos responderá con lo mejor.

También la fe notable del centurión nos insta a desear esta fe para nosotros...¡Qué bueno sería que todos tengamos la convicción para decir a Jesús: "Solamente dí la palabra y será hecha..."!

De Jesús aprendemos a no hacer diferencia de personas... También a dejarnos conmover por los sentimientos de los demás. Y fundamentalmente aprendemos que si no tenemos una fe plena en El no entraremos en el Reino de los Cielos.



Cuestionario de repaso:

¿Qué era un centurión romano?

¿Cómo se pensaba en aquel tiempo sobre los esclavos?

¿Qué sentimiento destacamos en el centurión?

¿Por qué Jesús le concede al centurión lo que él le pide?

¿Qué combinación notable y poderosa se dan en el centurión romano?



Versículo para aprender de memoria:

"Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te

sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora."

S. Mateo 8: 13

Resultado de imagen para JESUS SANA AL SIERVO DE UN CENTURION

Lección nº 8: JESUS SANA A UN LEPROSO S. Mateo 8: 1-4 (S. Marcos 1: 40-45; S. Lucas 5: 12-16)



EL MILAGRO



En los tiempos de Jesús, la lepra era la más terrible de las enfermedades; el aspecto del enfermo era deprimente, su voz se tornaba apenas audible, su carne se descomponía en heridas nauseabundas... Duraba casi diez años hasta llevar al enfermo a la locura y a la muerte, pero en algunos casos podía durar mucho más... En nuestros días es una enfermedad de fácil control y curación, pero no lo era así en aquella época. El enfermo era "un muerto en vida" y así se lo trataba. Al declararse la enfermedad la persona era excluida de la sociedad (ver Levítico 13: 45-46)...

En Palestina se le prohibía el ingreso a las ciudades, aunque en algunas sinagogas se disponía una pequeña habitación para estos enfermos (la mechitsah)... Para la Ley era uno de los principales contactos que podían hacer a un judío impuro: haber tocado a un leproso...Conque un leproso introdujera su cabeza en una casa judía, esta era considerada "contaminada"... Nadie podía acercarse a menos de dos metros de un leproso (si no corría viento) y ni siquiera saludarlo. Algunos maestros religiosos los apedreaban para espantarlos...

Y a un hombre leproso fue a quien Jesús, en una muestra de sublime amor, tocó...

El hombre se acercó a Jesús con la seguridad de que Jesús podía sanarlo y sin temor a que Jesús, un maestro, le arrojara piedras para rechazarlo. No exigió un milagro a Jesús: se acercó con humildad, diciéndole: "si quieres, puedes limpiarme...", confiando en que Jesús podía curarlo si Jesús así lo quería. Estaba dispuesto a aceptar lo que el Señor decidiera. También le adoró, postrándose ante Jesús (en griego proskuein se usa en relación a la adoración a los dioses), reconociendo implícitamente la divinidad de Jesús, y lo hizo antes de ser curado... Adoró a Jesús sin importarle lo que Jesús resolviera hacer con él.

Tal actitud del leproso produjo en Jesús una respuesta inmediata y acorde: Jesús se acercó y tocó al leproso, aunque la Ley lo impedía, porque para el Maestro la verdadera Ley es la Ley del Amor... Y Jesús amó a este leproso como amaba a todos los hombres. Entonces, lleno de compasión le dijo: "quiero, sé limpio" y le sanó.

Luego Jesús mandó al hombre que no dijera nada a fin de no provocar rencillas con los judíos, y le instó a cumplir con todas las ordenanzas que la Ley establecía para los que sanaban de esta enfermedad (Levítico cap. 14).





LA ENSEÑANZA



En primer lugar tenemos mucho que aprender del leproso:

El se acercó a Jesús con confianza. Deseaba vivir como todos los demás, en dignidad, y sabía que solamente Jesús podría devolverle la salud... Pero deja al Señor la decisión final, porque tácitamente reconoce que Jesús haría lo mejor. Esperando la respuesta del Maestro, el leproso le adora como a Dios.

Así también los hombres de nuestro tiempo, y aún los creyentes en Cristo, debemos acercarnos a Jesús trayendo toda nuestra miseria espiritual (para los judíos la lepra era un símbolo de impureza espiritual), dispuestos a dejar que el Señor haga lo mejor; pero debemos acercarnos a El con humildad, reconociéndole como nuestro Dios, no por lo que El vaya a hacer con nosotros, sino porque realmente le aceptamos como nuestro Señor y nuestro Dios. El leproso no esperó ser sanado para adorarle... Muchos en nuestros días adoran al Señor si El les concede lo que le piden. Esta no es la verdadera adoración que El espera de nosotros.

También debemos aprender del leproso su humildad... Sabe que Jesús le puede sanar y se lo pide, pero si Jesús quiere. Hoy es muy común escuchar a muchos pastores y predicadores ordenando al Señor lo que el Señor debe hacer. Aún muchas personas enfermas o con problemas parecen exigir a Dios que les sane o resuelva sus problemas. Por eso, seguramente, no reciben lo que piden... La Biblia dice que el Señor rechaza a los soberbios y mira a los altivos desde lejos... La humildad es fundamental al acercarnos al Señor.

De Jesús recibimos una notable lección: podía sanar al leproso y quería sanarlo. El siempre quiere lo mejor para nosotros. Pero no lo hizo desde lejos: se acercó al leproso y lo tocó... No tuvo miedo de contagiarse la enfermedad, ni de las sanciones de la Ley judía, ni de la crítica de sus compatriotas. A Jesús le importó la persona del enfermo, porque lo amaba.

También los creyentes debemos dar lo mejor de nosotros y desear lo mejor al prójimo, pero no podremos ayudar al necesitado o al enfermo si nos nos acercamos a él y lo tocamos como el Señor tocó al leproso... Debemos comprometernos totalmente, sin prejuicios ni temores, como se comprometía Jesús, sentiendo amor por quien nos necesita.



Aplicación:

Como el leproso, debemos acercarnos a Jesús con humildad y en adoración, confiando que el puede y quiere darnos lo mejor, pero dejando siempre nuestras vidas en sus manos, dispuestos a aceptar su voluntad.

Como Jesús, debemos amar a los necesitados y enfermos, debemos acercarnos a ellos hasta tocarlos, dispuestos a ofrecer lo mejor. Y lo mejor que podemos dar es el amor de Jesús; pero un amor que no sólo se declara, sino que también se demuestra con obras.



Cuestionario de repaso:

¿Qué características sociales traía la lepra para una persona?

¿En qué actitud se acercó el leproso a Jesús?

¿Qué hizo Jesús sorprendentemente...?

¿Qué te enseña la actitud del leproso?

¿Cómo puedes ser como Jesús fue con el enfermo...?



Versículo para aprender de memoria:

"Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo:

Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció."

S. Mateo 8: 3

Resultado de imagen para JESUS SANA A UN LEPROSO



Lección nº 7: LA RESURRECCION DE LAZARO S. Juan 11: 1-44



EL MILAGRO Y LA ENSEÑANZA



Este es uno de los milagros más difundidos y notables de Jesús, por eso lo trataremos en forma especial.

La familia de Betania era uno de los hogares con los cuales Jesús siempre podía disponer en sus viajes para reposar de ellos. Le unía una profunda amistad con Lázaro y sus hermanas.

Cuando Lázaro (este nombre significa "Dios es mi ayuda") enferma, las hermanas mandaron un mensaje a Jesús sin pedirle que El viniera hasta Betania...No era necesario: sabían que el Maestro habría de venir.

Sorprende la respuesta de Jesús al mensaje. Es similar a la respuesta que había dado a sus discípulos delante del ciego de nacimiento. Una vez más se preocupaba por dejar sentado que el Padre sería glorificado en esta aflicción; pero en esta oportunidad afirma que también El habría de ser glorificado, en su camino a la Cruz.

Jesús, sin embargo, se quedó en donde estaba por dos días más... El Señor tiene sus tiempos y más allá de cualquier especulación sobre las razones de su demora, sabemos que, bajo la dirección del Padre, Jesús siempre obró en el momento oportuno.

Cuando el anuncia a sus discípulos que volverán a Judea, ellos se asustan porque sabían que los judíos le buscaban para apresarlo, tratando de matarle. Pero Jesús, con una sorprendente frase respecto al tiempo para trabajar (vs. 9 y 10), después de anunciar a sus discípulos que sabe que Lázaro ha muerto, emprende la marcha "para despertarle".

Como los discípulos no entendieron el sentido de sus palabras, Jesús les dice claramente que Lázaro ha muerto, les invita a ir con El "para que creáis"; los discípulos podían haber rechazado la invitación, pero entonces se dejó oír la voz de Tomás que, aún consciente de los riesgos, no quiere dejar solo a Jesús frente a tantos peligros... Y todos van con el Maestro.

Cuando Jesús llegó a Betania, encontró la casa de Lázaro llena de gente, muchos venidos desde la cercana Jerusalén (un poco más de 3 kms.). Era lo normal en una casa de duelo judía: se guardaban siete días de luto profundo y luego treinta días de luto más leve; los tres primeros días eran "los días de llanto" y ningún buen judío dejaría de visitar a los deudos para expresar sus condolencias y simpatías, aunque se guardaban normas de notable respeto por aquellos que sufrían la muerte de un ser querido.

Al llegar Jesús, Marta sale a su encuentro mientras María permanece en la casa. Se inicia un diálogo que forma parte de lo más selecto de los Evangelios.

Hay cierto reproche en las palabras de Marta a Jesús, como reprochándole el haberse demorado, pero inmediatamente ella manifiesta su fe en que el Padre daría al Maestro todo lo que El le pidiera. Jesús afirma contundentemente que Lázaro habría de resucitar, pero Marta entiende que hace referencia a la resurrección final de todos los creyentes. Es notable esta afirmación porque en el Antiguo Testamento no hay doctrina de la resurrección y en el tiempo de Jesús los saduceos la negaban, mientras que la mayoría del pueblo, con los fariseos a la cabeza, creía en la resurrección, pero sin entender muy bien su sentido y forma. Marta había seguramente aprendido de las largas charlas con Jesús... Y creía. Pero Jesús estaba haciendo referencia a un acto inmediato. Sin embargo pronuncia una célebre frase: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá". Esta afirmación trasciende la vida física y aún los hechos que inmediatamente habrán de suceder. Muchos estaban escuchando a Jesús. Su afirmación es terminante y clara. Jesús ha dejado preparado el camino para la acción.

Pero Marta vuelve a la casa y avisa a María que Jesús estaba allí. Ella entonces corre hasta donde Jesús estaba... Debemos recordar cuánto amaba María a Jesús. Ella se postró ante los pies del Maestro y lloró; y el dolor de esta mujer conmovió a Jesús de tal manera que delante de todos los que habían seguido a María, también Jesús lloró.

Es importante destacar que, aunque Jesús sabía que Lázaro habría de resucitar, El se conmueve ante el dolor que la muerte produce en María... Un dolor que estará siempre presente en toda la humanidad. Marta y María se quedaban sin el amparo del hermano varón y casi sin esperanzas. Esto es lo que conmueve a Jesús... Jesús llora, más que por Lázaro y sus hermanas, por la situación de toda la humanidad. Tanto es el dolor del Maestro que inmediatamente pide que le lleven frente al sepulcro..

Algunos judíos insensatos le critican por no haber sanado a Lázaro; Marta se opone a que la piedra que cubría el sepulcro fuera movida tal como lo había pedido Jesús. El Maestro, con dolor, con firmeza y tal vez con cierto tono de reproche insiste: "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?"... Entonces Jesús ora al Padre dando gracias por haberle oído.

Hay una gran enseñanza aquí: Jesús había pedido al Padre en la intimidad que Lázaro viviera; pero El, anticipadamente, agradece al Padre porque sabe que el Padre le concederá todo lo que El le pida y quiere que los judíos lo sepan... Entonces a gran voz, algo no habitual en El, Jesús llamó a Lázaro: "y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario". Fue así que algunos judíos creyeron en Jesús, pero otros fueron a los fariseos y contaron lo que habían visto. No había en ellos intención de creer en Jesús, sino que, prisioneros de su orgullo y su fanatismo, veían que el poder de Dios actuaba grandemente en el Maestro, y siguieron pensando en matarle... Esto nos muestra que creer en Jesús es un hecho de fe. Muchos viendo las más extraordinarias maravillas no quisieron creer.



Aplicación:

Este milagro tiene muchas enseñanzas, pero vamos a referirnos especialmente a la enseñanza doctrinal: Jesús dijo "Yo soy la resurrección y la vida" y lo manifestó como verdad haciendo que Lázaro volviera a la vida. Su obra confirmaba sus palabras.

Como creyentes debemos proyectar nuestra vida más allá de nuestra muerte física. Un día habremos de partir de este mundo, pero sabemos que Aquel que resucitó a Lázaro de los muertos también lo hará con nosotros para que vivamos eternamente con El. Nuestra vida debe ser una respuesta clara a esta esperanza que sólo Jesús puede darnos.



Versículo para aprender de memoria:

"Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque

esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no

morirá eternamente..."

S. Juan 11: 25-26

Resultado de imagen para LA RESURRECCION DE LAZARO


Lección nº 6: JESUS SANA A UN CIEGO DE NACIMIENTO S. Juan 9: 1-12



EL MILAGRO



Este hombre es el único enfermo "de nacimiento" con quien el evangelio nos dice se encuentra Jesús y le sana...En el libro de los Hechos nos encontramos con dos casos similares: Hechos 3: 2 y 14: 8. Al ser ciego de nacimiento seguramente era muy conocido por sus conciudadanos y también por los discípulos que sorprenden a Jesús, preguntándole quién era el responsable de semejante invalidez: el ciego o sus padres.

No debe dejar de llamarnos la atención que el hombre era ciego de nacimiento...¿Cómo pues los discípulos podían siquiera pensar que fuese por culpa de sus propios pecados?

Es necesario advertir que en muchos judíos estaba hecha carne la idea de la preexistencia. Afirmaban que el alma, antes de incorporarse, ya existía en un lugar espiritual determinado (para algunos el séptimo cielo). Otros creían que el hombre podía pecar aún en el vientre de su madre... Tales creencias nos muestran la desinformación del pueblo judío. Jesús deja pasar el contrasentido.

También los judíos, basándose en la Biblia misma (Exodo 20: 5; Números 14: 28), creían que el pecado de los padres podían recaer en sufrimiento de los hijos. Al ser una afirmación bíblica no admite reparos esta creencia, pero sí nos advierte sobre las consecuencias y las responsabilidades del pecado.

Jesús contesta que esta enfermedad estaba prevista por Dios para que "las obras de Dios se manifiesten en él", dando a la situación una visión positiva: frente a la enfermedad y al dolor que ella causaba, Jesús vislumbra la posibilidad de que el poder sanador del Padre se manifieste, dando también consuelo y alegría.

Jesús entonces se dispone a obrar porque "la noche de la cruz se aproximaba".

Sorprendentemente, y sin que medie ruego alguno del ciego, Jesús escupió en tierra e hizo barro con la saliva untando los ojos del ciego para luego enviarlo a lavarse al estanque de Siloé.

Según S. Marcos 7: 33 también en otra oportunidad Jesús usó la saliva para hacer el milagro de curar. Era algo muy común en aquellos tiempos ("Plinio, el famoso compilador de lo que en aquella época se llamaba información científica, dedica todo un capítulo al uso de la saliva"; W. Barclay).

Probablemente Jesús recurrió a estas creencias populares para ganarse la confianza del enfermo. No debemos pensar de ninguna manera que El creyera en que la saliva tenía algún poder especial. Debe comprenderse también la sorpresa del ciego frente a la acción de Jesús. El Maestro seguramente usa este método para hacer más comprensible su intención.

El Estanque de Siloé era una de las obras de ingeniería más importante para Jerusalén, porque formaba parte de un largo túnel de 532 metros de extensión que aprovisionaba de agua a la ciudad desde la vertiente Gihon (2 Crónicas 32: 2-8, 30) construido por Ezequías cuando el rey asirio Senaquerib intentaba invadir la ciudad, de manera de asegurar el agua necesaria... Allí mando Jesús al ciego que lavara sus ojos. Y el hombre se lavó y vio.

La gente al verlo dudaba sobre si era realmente el ciego quien ahora veía, pero el mismo dio testimonio de la obra maravillosa que Jesús había hecho en sus ojos, de manera que nadie podía negarlo... Sin embargo, cuando le preguntaron en donde estaba Jesús, el hombre respondió que no sabía.











LA ENSEÑANZA



Este pasaje ha sido muchas veces utilizado por los predicadores del Evangelio aplicándolo a la vida espiritual del hombre que sin Dios está ciego, pero que al conocer a Jesús, la "Luz del mundo" , puede ver la Verdad que lo lleva a la salvación.

Podemos también aprender que el poder de Dios siempre se manifiesta en medio de la aflicción y del dolor... La persona que sufre, si deja que Cristo pose sus manos sobre ella, podrá mostrar a los demás el poder y la gloria de Dios. Los judíos, al ver sano a aquel ciego, no podían negar que Dios había obrado en él a través de Jesús.

Jesús nos enseña, en su respuesta a los discípulos, que El no obraba buscando su propia honra y gloria, sino la gloria y la honra del Padre. El se consideraba un simple instrumento de Dios, un sencillo trabajador en las obras del Padre. Esta es una enseñanza que ningún cristiano debe dejar pasar: todo lo que hagamos, como dice el apóstol Pable, debe ser para la gloria de Dios.

También Jesús nos enseña que es necesario trabajar en tanto que haya tiempo. El sabía que la cruz se aproximaba...Sabía que aquel hombre ciego habría de manifestar la gloria y el poder d Dios. Por eso no podía dejar esta obra para más adelante. Este era el día y Jesús no deja que la noche llegue sin llevar adelante la tarea.

Finalmente podemos aprender de la actitud del ciego: no entendía muy bien lo que había ocurrido, pero sí sabía que había sido Jesús quien le había sanado cuando él obedeció a sus instrucciones. Y aunque los judíos no tenían simpatía por Jesús, el ciego, lleno de gratitud, no dejó de decir quien le había sanado. Así también los creyentes debemos testificar sobre el cambio que Jesús ha realizado en nuestras vidas.



Aplicación:

Debemos ser como Jesús, compasivos hacia los que sufren; y obrar buscando siempre que Dios sea honrado y glorificado en nuestras obras, reconociéndonos a nosotros mismos como simples instrumentos de su amor y su poder.

También debemos ser como el ciego, dejando que el poder de Dios se manifieste cambiando nuestras vidas, obedientes a las órdenes del Maestro, y valientes para anunciar a los demás que es Jesús quien nos ha cambiado.



Cuestionario de repaso:

¿Por qué crees que Jesús obró este milagro de la forma en que lo hizo? y ¿Qué

aprendemos de la actitud de Jesús?

¿Qué crees que hubiera ocurrido si el ciego no hubiera obedecido las instrucciones de

Jesús? ¿Qué lección aplicas de ésto a tu vida?



Versículo para aprender de memoria:

"Me es necesario hacer las obras del que me envió,

entretanto que el día dura..."

S. Juan 9: 4a

Resultado de imagen para JESÚS SANA A UN CIEGO DE NACIMIENTO

Lección nº 5: JESUS ANDA SOBRE EL MAR S. Juan 6: 16-21 S. Marcos 6: 15-21 S. Mateo 14: 22-27



EL MILAGRO



Después de alimentar a las más de cinco mil personas Jesús se había retirado al monte solo, porque temía que la multitud lo tomara y lo proclamara rey. Se hizo de noche y (según relata Marcos) Jesús dejó dicho a sus discípulos que se adelantaran, mientras convencía a a la multitud que se volviera a sus casas.

Los discípulos comenzaron a navegar, tal vez después de haber esperado un tiempo prudencial a Jesús, para volver por mar a Capernaum. Entonces se desató una tormenta cuando los discípulos se habían adentrado en el mar aproximadamente cinco kilómetros...Es decir que habían hecho casi todo el recorrido; no podían volverse atrás. Es lógico pensar que se esforzaron sobre los remos para mantener la barca en dirección y llegar cuanto antes a la orilla. Es entonces cuando ellos ven a Jesús andar sobre el mar... Algunos interpretan, de acuerdo al original griego, que Jesús caminaba junto a la orilla. Puede haber sido que Jesús haya llegado caminando antes que los discípulos por el mar y se les acercara caminando desde la orilla; pero Juan habría dicho en su relato que ellos estaban llegando y no lo dice (Mateo y Marcos dicen literalmente que la barca estaba "en medio del mar"). El mar de Galilea tenía aproximadamente seis kilómetros en esta parte y es casi seguro que a los discípulos les faltaba un trecho extenso aún para llegar a la orilla, porque de lo contrario se hubieran bajado y hubieran tirado de la barca.

Eran vísperas de Pascua, de lo que se deduce que había luna llena, lo que permitía que hubiese gran visibilidad, a pesar de lo adentrado de la noche (según otros evangelios casi las tres de la mañana).

Juan además detalla que Jesús se acercó a la barca y subió a ella porque dice que con gusto los discípulos le recibieron (Marcos afirma que Jesús subió a la barca, contra la opinión de Barclay y otros comentaristas de S. Juan y Mateo relata el famoso incidente con el apóstol Pedro).

Cuando los discípulos vieron desde lejos a Jesús tuvieron miedo (esta actitud reafirma el hecho sobrenatural) creyendo ver a un fantasma. Pero Jesús claramente les advirtió: "Soy yo, no temáis". Entonces le recibieron en la barca y pronto llegaron a la otra orilla.

Mateo y Marcos afirman que al subir Jesús a la barca, el viento se calmó, y los discípulos se maravillaron por ésto.





LA ENSEÑANZA



Juan escribe estas cosas muchos años después (más de sesenta) y seguramente más allá del milagro, quedaron en su corazón algunas cosas de la personalidad del Maestro, manifestadas en estos sucesos:

En primer lugar comprendió que Jesús nunca dejó de tenerlos en cuenta y de observarlos. Aún en el momento de más íntima comunión con el Padre no se olvidó de sus discípulos, y tal vez en la diáfana luz de la luna sobre el mar, desde lejos no apartó su vista de sus seguidores...

En segundo lugar Juan vio a Jesús venir al encuentro de ellos, mientras ellos luchaban contra la tormenta. Jesús no se contentó con observar desde lejos; vio que sus discípulos estaban en problemas, y se acercó hasta ellos para aliviarlos con el inefable don de su presencia...

En tercer lugar Juan pudo percibir que Jesús les ayudó cuando tal vez sus esfuerzos se agotaban. El apareció en el momento preciso y su voz serena y calma infundió la confianza y la tranquilidad que el tormentoso viento les iba quitando... Finalmente Juan pudo sentir que, al subir Jesús a la barca, no solamente el viento se calmó, sino que navegaron prontamente hasta la orilla... Con la presencia de Jesús, el viaje cansador e inquietante se convirtió en un tranquilo y pronto navegar hasta la seguridad de la tierra seca.



Aplicación:

De la misma manera que Juan pudo percibir y guardar en su corazón por tantos años el poderoso influjo de la presencia de Jesús en medio del mar y la tormenta, así también los creyentes debemos saber que la mirada de Jesús no se aparta jamás de nosotros y que El nunca nos olvida.

También sabemos que El vendrá hacia nosotros en la aflicción y la prueba.

Muchos enseñan que Jesús nos espera...Esto es cierto, pero a veces, en las aflicciones más profundas, no tenemos las fuerzas suficientes para acercarnos a El. Entonces El viene hacia nosotros. Y al venir hacia nosotros y entrar en nuestra vida (como una barca en medio del mar) El trae la ayuda necesaria, la calma y la paz, de manera tal de llevarnos a un puerto seguro.



Cuestionario de repaso:

Haz un breve resumen de como ocurrió este suceso tan especial.

¿Por qué tuvieron temor los discípulos, y que les hizo perder ese temor?

¿Qué recordaría Juan más de sesenta años después?

¿Qué enseñanza te parece la más importante para tu vida hoy?



Versículo para aprender de memoria:

"Mas El (Jesús) les dijo: Yo soy; no temáis..."

S. Juan 6: 20

Resultado de imagen para JESUS ANDA SOBRE EL MAR

















Lección nº 4: JESUS ALIMENTA A MAS DE CINCO MIL PERSONAS S. Juan 6: 1-15



EL MILAGRO


Jesús necesitaba estar a solas con sus discípulos para descansar y evitar enfrentamientos indeseados. Por eso emprende la travesía de recorrer los aproximadamente siete kilómetros que había desde Capernaum hasta la otra orilla del mar de Galilea. Pero la gente había estado observando las maravillas que El hacía y viendo zarpar el barco se apresuraron a llegar hasta donde Jesús iba por tierra. En esta zona hay una bella planicie siempre verde llamada El-Batiya; probablemente este fue el escenario de un milagro tan llamativo.

Si aceptamos que este suceso es anterior a la Pascua, es lógico pensar que la gente que seguía a Jesús desde Capernaum se haya encontrado con otra gente que iba a Jerusalén para la fiesta y estos también hayan querido ver a Jesús.

Lo cierto es que, una vez reunido allí Jesús con sus discípulos, sobre un monte, la gente comenzó a llegar, después de haber caminado largos kilómetros lo más aprisa posible para no perder a Jesús. Al ver la multitud Jesús se llenó de compasión y comprendió que estaba cansada y hambrienta. Es lógico que preguntara a Felipe en donde conseguir comida, porque Felipe era de aquella zona conocida como Betsaida Juliana...Felipe calcula doscientos denarios (doscientos días de sueldo de un jornalero)

para dar sólo un poco de pan.

Pero Jesús sabía muy bien qué habría de hacer...Parece que Andrés es quien entiende las posibilidades del Maestro y le avisa que hay un niño que ha traído cinco panes y dos peces, aunque su pregunta, casi retórica, acerca una duda. Los dos pececillos tal vez provenían del propio mar de Galilea... Jesús entonces dispuso que sus discípulos organizaran a la gente que se recostó sobre la hierba. Entonces tomó los alimentos, dio gracias y los repartió entre los discípulos, quienes lo dieron a la multitud, que era de más de cinco mil personas, quienes comieron hasta saciarse (Se usa la palabra griega chortazesthai que quiere decir "empachados, llenos hasta la saciedad").

Jesús hizo recoger a los discípulos los pedazos que habían sobrado (los judíos en las fiestas dejaban algo de lo que comían para los sirvientes) y se recogieron doce canastas de pedazos, una por cada discípulo.





LA ENSEÑANZA



Algunos dudan de la certera autenticidad del relato literal, y afirman que lo que Juan describe es una alegoría a lo que sucedió realmente.

Sin embargo los posibles argumentos no son consistentes: es probable que la gente, ansiosa de ver a Jesús, no haya tomado precauciones ni haya considerado el largo camino qué hacer. Además estaban acostumbrados a caminar largos kilómetros...Jesús se marchaba y le perderían. Es lógico pensar que se encontraran cansados y hambrientos después de tamaño esfuerzo, y sin provisiones.

La primera enseñanza la extraemos de las actitudes de Felipe y de Andrés.

Felipe parece decir "no podemos hacer nada ante este problema" que Jesús le planteaba. Andrés por su parte, actúa, esperanzado en una mínima porción de comida, pero atento a lo que quiera hacer Jesús. El sólo hace lo que está a su alcance y trae el muchacho ante Jesús, esperando lo que el Maestro disponga.

Nunca sabremos qué podrá hacer el Señor con una persona que traigamos ante El.

Otra enseñanza la extraemos del propio niño. No tenía mucho que dar y tal vez lo provisto no saciaría su propia hambre. Pero no puso excusas.

Presuponemos que Jesús le pidió al niño los panes y los peces; el niño podría haberse negado diciendo: "es para mí" en una actitud egoísta pero comprensible, o "es muy poco" en una actitud analítica y falta de fe. Pero le dio los panes y los peces a Jesús...¡Qué acontecimiento notable no hubiera sucedido si este niño no actuaba generosa y confiadamente!

Nosotros debemos ser como aquel niño: tal vez lo que tenemos es muy poco; tal vez es lo único que tenemos para saciar nuestra necesidad. Pero si lo entregamos a Jesús, El no sólo hará que nuestra propia necesidad sea satisfecha, sino que a través de nosotros podrá satisfacer la necesidad de otros.

Otra enseñanza parte de la misma multitud. Al ver el milagro confirman que Jesús es el profeta que habría de venir...Estaban dispuestos a proclamarle rey allí mismo. Sin embargo, al marcharse Jesús para estar solo, se volvieron decepcionados. No mucho tiempo después gritarían ante Pilato "crucifícale..."

El Señor no desea que le sigamos por sus milagros sino que confiemos nuestra vida enteramente a El. Hoy muchos buscan en El solamente milagros y Jesús, como en aquella oportunidad, vuelve a marcharse para estar solo, entristecido porque muchos quieren usarlo a El en vez de dejarse usar por El.



Aplicación:

Como Andrés, debemos estar dispuestos a traer personas delante de Jesús, no importa cuán simples ellas sean. Como el niño, debemos dejar todo lo nuestro en manos de Jesús para que El lo use según su voluntad y su poder...Y además, debemos comprender que Jesús es un Rey que anhela vivir en nuestro corazón, al que debemos seguir por amor y no por intereses materiales.



Cuestionario de repaso:

¿Qué te llama más la atención respecto al milagro?

¿Qué valor tienen las actitudes de Andrés y del niño...?

¿Por qué se molestó Jesús con la gente después del milagro y qué lección tomamos de este suceso?



Versículo para aprender de memoria:

"Entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse

de El y hacerle rey, volvió a retirarse al monte El solo"

S. Juan 6: 15 

Resultado de imagen para JESUS ALIMENTA A MAS DE CINCO MIL PERSONAS  

Lección nº 3: JESUS SANA A UN PARALITICO EN BETESDA S. Juan 5: 1-18



(Una observación: para entender mejor esta lección debemos decir que para muchos intérpretes, al capítulo 4 de S. Juan le debe suceder el 6 y luego sí el 5...Si así lo hacemos la cronología del relato de Juan se simplifica)



EL MILAGRO



Había tres fiestas judías a las que todo varón judío residente a menos de treinta kilómetros de Jerusalén estaba obligado a asistir: Pascua, Pentecostés y la Fiesta de los Tabernáculos.

Si aceptamos que este capítulo debe ir después del 6 en el relato de Juan (ver: observación) entonces podemos afirmar que esta fiesta es la de Pentecostés (siete semanas después de las Pascuas). Jesús asistía a las fiestas como buen judío aunque para El más que una obligación, era un placer

adorar al Padre con el pueblo.

En esta oportunidad parece estar solo; y así llega hasta un estanque que Juan identifica como el de Betesda (Casa de Misericordia) aunque algunos manuscritos valiosos denominan Betzatha (Casa del Olivo). El estanque era profundo y por debajo una corriente de agua de vez en cuando movía con fuerzas las aguas. Los judíos creían que un ángel causaba este movimiento y que el primero que se sumergía era sanado de cualquier enfermedad. Los antiguos siempre atribuyeron cualidades curativas y misteriosas al agua, habida cuenta de lo valiosa que era para la vida...Juan expresa lo que expresa, sin decir que esta era una superstición, pero sin afirmar tajantemente que era una acción de Dios...

Jesús llega hasta el estanque y tal vez alguien le hace notar al paralítico, que nunca podría llegar al agua primero que otro por su incapacidad. Jesús, sorprendentemente le pregunta: "¿Quieres ser sano?"...

Esta pregunta debe entenderse como un llamado a que el hombre exprese su verdadero deseo. El podía haber perdido la esperanza o tal vez temiera a las responsabilidades de un hombre sano. Cuando el hombre expone a Jesús su problema, Jesús le ordena que se levante, tome su camilla y ande... Debemos notar que Jesús indica lo que el hombre debe hacer, pero deja que el hombre mismo lo haga.

Cuando el hombre camina con su camilla al hombre es reprobado por los judíos porque era día de reposo y estaba prohibido que hombre alguno cargara alguna cosa. El hombre dice que quien le sanó le mandó que lo hiciera. Por eso los judíos descargan su ira sobre Jesús, sin alegrarse por la sanidad del enfermo.

Jesús advertiría luego al hombre sanado, en el Templo, que no debería seguir en pecado porque podría sobrevenirle algo peor (los judíos atribuían las enfermedades a actos pecaminosos y Jesús no contradice esta creencia).

El sorprende a los judíos que lo criticaban por no hacer guardar el día de reposo, contestando: "Mi Padre hasta ahora trabaja y yo trabajo". Los judíos creían que Dios nunca dejaba de actuar: "Dios nunca cesa de actuar, tal como es propio del fuego quemar y de la nieve helar, es propio de Dios actuar" (Filón, filósofo judío). Por esta afirmación "aún más procuraban matarle".

Hay una enseñanza importante de Jesús: con esta afirmación El está atribuyendo el milagro realizado ala Voluntad del Padre.







LA ENSEÑANZA



De Jesús aprendemos, en primer lugar, que El no puede actuar en nosotros si nosotros no deseamos realmente que El lo haga; algunos se acercan al Señor pidiendo bendiciones, pero no dejan que El actúe porque están desesperanzados o no quieren asumir el compromiso de dejarle actuar. Entonces no reciben lo que piden.

En segundo lugar vemos a Jesús actuando misericordiosamente ante una terrible necesidad... El enseña que la Ley no puede legislar al amor. No hay tiempo en que el cristiano no deba dejar de actuar con amor y misericordia, como lo hizo Jesús, sin importar qué riesgos habrá de correr. Jesús fue acusado por los judíos; pero El priorizaba el amor a la Ley...

El hombre enfermo nos enseña que, frente a una necesidad que no podemos resolver por nuestra cuenta, debemos asumir nuestra incapacidad pero nunca perder la esperanza. Aunque él no conocía a Jesús, cuando recibió el desafío de levantarse, lo hizo, poniendo su esfuerzo propio. Muchos reciben de Jesús lo que deben hacer, pero no lo hacen... El hombre lo hizo porque con la sola palabra de Jesús ya estaba sano.



Aplicación:

Como el hombre enfermo, debemos reconocer nuestra incapacidad frente a muchos problemas, y dejarlos en manos de Jesús, pero siempre dispuestos a obedecerle y hacer nuestro propio esfuerzo.

Como Jesús debemos siempre dejar que el amor de Dios actuando en nosotros sea más importante que cualquier otra cosa, sin importar los riesgos.



Cuestionarios de repaso:

Detalla brevemente cómo se realizó el milagro.

¿Qué preguntó Jesús al paralítico y por qué?

¿Qué problemas trajo a Jesús obrar este milagro?

¿Qué enseñanza te parece más importante para tu vida?

¿En qué momento de tu vida fue importante la aplicación de esta lección?



Versículo para aprender de memoria:

"Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja,

y yo trabajo."

S. Juan 5: 17


Resultado de imagen para JESUS SANA A UN PARALITICO EN BETESDA











Lección nº 2: JESUS SANA AL HIJO DE UN NOBLE S. Juan 4: 43-54



EL MILAGRO



Algunos intérpretes creen que Juan hace referencia a la curación del sirviente del Centurión que se relata en S. Mateo 8: 5-13 y S. Lucas 7: 1-10; pero hay diferencias que nos permiten asumir este milagro como otro distinto a aquel.



La historia es muy sencilla:

Según Juan Jesús está de viaje desde Judea a Galilea; al pasar por Samaria se encontró con una mujer que creyó en El y ésto hizo que permaneciera dos días en Samaria. Ahora Jesús continúa su camino hacia Galilea. Los galileos le recibieron con la expectativa de ver que haría Jesús pues le habían visto actuar en Jerusalén, purificando el Templo, predicando y bautizando, porque ellos habían ido también a Jerusalén a la Fiesta de la Pascua. También recordaban el milagro de las bodas en Caná... Jesús llega a Caná y allí recibe a un oficial del rey Herodes (el rey romano gobernaba sobre todas estas provincias) que, sabiendo que el Maestro estaba allí, sale a su encuentro para pedirle que sane a su hijo que, en Capernaum, del otro lado del lago de Galilea, a más de treinta kms., estaba muriendo. El oficial le pide a Jesús que vaya hasta Capernaum. Jesús hace una observación sobre la fe tan débil del pueblo que necesitaba señales y prodigios... Pero la preocupación del oficial hace que casi no escuche a Jesús e insiste nuevamente. Jesús entonces y sorprendentemente, dice al oficial: "Tu hijo vive"; y el hombre creyó a la palabra de Jesús y volvió a su ciudad.

Podemos imaginar la ansiedad con la que viajó hasta Capernaum; cuando llegó allí sus siervos salieron a recibirle para decirle que su hijo había sanado.

El oficial preguntó a qué hora había sucedido este hecho tan sorprendente y ellos dijeron: "A las siete"; él entonces comprendió que era la misma hora en que Jesús le había dicho que su hijo estaba sano.

Entonces este oficial del rey creyó en Jesús; y junto con él toda su familia.





LA ENSEÑANZA



Podemos extraer algunas enseñanzas de la actitud del oficial del rey:

En primer lugar vemos a un hombre noble, de gran importancia en el gobierno, recurrir en su tremenda necesidad, a un simple carpintero. No era muy probable que esto ocurriera y mucho menos con un oficial del soberbio imperio romano. Seguramente su acción causaría sorpresa a muchos y despertaría comentarios irónicos y hasta críticos. Pero frente a la dimensión de su problema, este oficial se olvidó de su orgullo y ni la distancia ni las diferencias sociales pudieron detenerlo para exponer su problema delante de Jesús.

En segundo lugar, vemos a un hombre que no se siente descorazonado e insiste con su pedido aunque Jesús le haya respondido de manera algo desinteresada y hasta crítica. Es posible que Jesús haya dicho: "Si no viereis prodigios y señales, no creeréis" dirigiéndose a los galileos que, seguramente, esperaban ansiosos para ver cómo se resolvería el asunto. Pero también podemos pensar que Jesús estaba probando al oficial, porque también lo hizo en otras oportunidades (ver S. Mateo 15: 21-28). Si el hombre hubiera abandonado su intento por el orgullo o el desánimo, ante la respuesta de Jesús, el Maestro hubiera sabido que su fe no era auténtica.

En tercer lugar, estamos ante un hombre de una fe muy grande. Podemos decir ésto, porque debe haber resultado muy difícil para el oficial volver a su casa con sólo la palabra de Jesús... No olvidemos que él quería que el Maestro fuera hasta Capernaum. Pero sólo recibió una afirmación de Jesús y eso le bastó para volver presuroso a encontrarse con su hijito y la esperanza de que estuviera sano.

Finalmente, el oficial nos muestra una actitud de entrega total a Jesús, porque no se olvida del Maestro después de que su hijo sanara, sino que cree en El con toda su casa... Muchos llegan desesperados pidiendo a Jesús una bendición especial, pero luego de recibirla, sus vidas siguen igual que antes y se olvidan del Señor... No fue así con este hombre.

Jesús, por su parte, nos enseña en primer lugar que no hace diferencia de personas... El oficial representaba a un gobierno que sometía a su pueblo; pero tenía un grave problema y la fe puesta en El. Jesús sabía que podía ganarse la crítica de los galileos. Pero su amor es universal y así actúa.

También vemos que Jesús realiza este milagro sin ningún tipo de sensacionalismo... Sólo dice al hombre: "Tu hijo vive..." y nada más. Probablemente los galileos se quedaron decepcionados. Pero Jesús no buscaba su aplauso ni hacerse popular, como ocurre con algunos en nuestro tiempo; El sólo quería hacer el bien, y lo hizo con delicadeza, con prudencia y sin llamar la atención. Tal vez muchos galileos nunca sabrían si el hijo del oficial había sanado; pero ésto a Jesús no le importaba. El sólo tuvo en cuenta la fe del oficial, y de acuerdo a ella respondió.



Aplicación:

Como el oficial, también nosotros debemos acercarnos a Jesús sin orgullo ni soberbia, con la fe suficiente para insistir ante El y confiar que con una palabra El puede darnos lo que tanto necesitamos.

Como Jesús, debemos amar a todas las personas, actuando con humildad, sin vanagloria, anhelando el bien de todos.



Cuestionario de repaso:

¿Qué sucedió cuando Jesús llegó a Caná de Galilea?

¿Por qué supo el oficial romano que la sanidad de su hijo era obra de Jesús?

¿Qué hizo el oficial romano después de encontrar a su hijo sano?

¿Cuál enseñanza te parece más importante, repasando las acciones del oficial?

¿Qué nos enseña Jesús?



Versículo para aprender de memoria:

"Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la

palabra que Jesús le dijo, y se fue."

S. Juan 4: 50

















Lección nº 1: JESUS CONVIERTE AGUA EN VINO S. Juan 2: 1-12



EL MILAGRO

Caná de Galilea era una aldea cercana a Nazaret. En Caná había una boda y a ella asistió María, la madre de Jesús. Ella sin duda tenía una participación importante en esta fiesta: algunos escritos afirman que la madre del novio era hermana de María, otros más osados dicen que el novio era el mismo Juan, cuya madre, Salomé era hermana de María.


En el relato no se habla de José. Es posible que él haya muerto joven y tal vez ésto fue lo que hizo que Jesús pasara 18 años en Nazaret, antes de empezar su ministerio, hasta que sus hermanos crecieron y pudieron ocuparse del hogar.


En Palestina un casamiento era una celebración muy especial. La ley decía que las bodas de una muchacha virgen debían realizarse el día miércoles. Los festejos duraban mucho más de un día. Después de la ceremonia, por la tarde, los nuevos esposos eran llevados hasta su nuevo hogar a la luz de las antorchas, por las calles de la ciudad...Ellos no se iban de luna de miel, sino que se quedaban en su casa y durante una semana tenían abiertas las puertas para recibir a los invitados. Se los trataba como reyes y sus


deseos eran cumplidos durante este tiempo.


Jesús había sido invitado, pero El llegó con cinco discípulos que no eran esperados. Tal vez por esta razón, tal vez por una falla de cálculo, el vino se terminó.


El vino era esencial en una fiesta judía. "Sin vino no hay alegría..." decían los maestros. Que faltara el vino era una gran humillación para los novios. Entonces María recurre a Jesús...


La respuesta de Jesús a María no debe ser malinterpretada.


Cuando Jesús dice: "¿Qué tienes conmigo, mujer?" debemos entender que El está preguntando: "¿Qué quieres de mí...?"; la frase escrita no puede trasmitirnos el tono en que Jesús la pronuncia, pero sí es importante entender que el término "mujer" que a nosotros nos suena algo grosero, era en aquellos tiempos un término respetuoso que no tiene palabra afín en el castellano...De hecho, en el griego, es la misma palabra que Jesús usa para María desde la Cruz (gunai: S. Juan 19: 26).


Como haya sido el diálogo, lo cierto es que María, sin necesidad de mayores palabras, confía en su hijo y dice a los sirvientes que hagan lo que El les dijera que hiciesen.


En la puerta había seis grandes tinajas que podían llegar a contener hasta 90 litros cada una (un cántaro era una medida de 37 litros). Eran usadas para contener el agua que se usaba para el lavamiento de los pies, debido a que los caminos de Palestina eran polvorientos y sólo se usaban simples sandalias.


También se usaba este agua para el lavamiento de las manos que los judíos más ortodoxos acostumbraban a hacer entre plato y plato en las comidas, siguiendo una ordenanza de la ley contra la impureza.


Jesús mandó que llenaran de agua estas tinajas hasta arriba. Luego mandó llevar el agua al "maestresala", que era una especie de maestro de ceremonias, el encargado de ordenar el servicio y animar la fiesta.


Cuando este probó el agua convertida en vino se asombró e hizo notar, tal vez algo en broma y algo en serio, al novio el hecho de haber guardado para el final de la fiesta el mejor vino.

LA ENSEÑANZA



Esta fue la primera vez, según Juan, que Jesús mostró su gloria y los primeros sorprendidos fueron los discípulos que El había convocado.

En primer lugar debemos notar que este milagro fue en una fiesta...Jesús no era severo ni aburrido y se gozaba en compartir la alegría de sus seres queridos, participando activamente de la fiesta. Algunos creyentes creen que un cristiano no debe participar de las fiestas... Jesús lo hizo, y no hay ninguna razón para creer que los creyentes no puedan hacerlo, guardando el decoro pero con toda alegría.

En segundo lugar es importante destacar que Jesús hizo este milagro en un hogar humilde de una sencilla aldea y frente a mucha gente... Estas características definirían el ministerio de Jesús.

En tercer lugar Jesús obra solidariamente con los novios, solucionando un problema que le hubiera traído vergüenza y tristeza. Los creyentes debemos ser solidarios y nunca gozarnos en las desgracias ajenas, sino tratar de ayudar para que se solucionen.

María también nos enseña con su actitud: recurría a Jesús cuando tenía un problema, reconociendo que El podía solucionarlo y aunque no entendió muy bien qué haría Jesús, ella confió totalmente en su hijo.

Cuando Jesús le dice" ...aún no ha llegado mi hora" es lícito pensar que El hace referencia a su crucifixión, porque sabía que esa era la misión a la que había venido. Muchas veces Jesús se pronuncia de la misma manera: S. Juan 12: 23; 17: 1; S. Mateo 26: 18, 45 y S. Marcos 14: 41.



Aplicación:

De la misma manera en que Jesús cambió el agua en vino y ésto trajo que la preocupación y la posible humillación de los novios se conviertiera en alegría, así El también, cuando llega a la vida de una persona, cambia todo lo imperfecto, lo triste y sin sabor en gozo, alegría, paz y esperanza.

¿Ha hecho Jesús este cambio en tu vida?





Cuestionario de repaso:

¿Cómo era la fiesta matrimonial de los judíos?

¿Qué problema surgió y qué hizo María?

¿Qué puedes decir de la calidad del vino hecho por Jesús?

¿Cuáles son las enseñanzas más importantes que puedes sacar de este milagro?



Versículo para aprender de memoria:

"Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os

dijere."

S. Juan 2: 5


Resultado de imagen para el milagro de jesus