lunes, 3 de abril de 2017

Lección nº 3: JESUS SANA A UN PARALITICO EN BETESDA S. Juan 5: 1-18



(Una observación: para entender mejor esta lección debemos decir que para muchos intérpretes, al capítulo 4 de S. Juan le debe suceder el 6 y luego sí el 5...Si así lo hacemos la cronología del relato de Juan se simplifica)



EL MILAGRO



Había tres fiestas judías a las que todo varón judío residente a menos de treinta kilómetros de Jerusalén estaba obligado a asistir: Pascua, Pentecostés y la Fiesta de los Tabernáculos.

Si aceptamos que este capítulo debe ir después del 6 en el relato de Juan (ver: observación) entonces podemos afirmar que esta fiesta es la de Pentecostés (siete semanas después de las Pascuas). Jesús asistía a las fiestas como buen judío aunque para El más que una obligación, era un placer

adorar al Padre con el pueblo.

En esta oportunidad parece estar solo; y así llega hasta un estanque que Juan identifica como el de Betesda (Casa de Misericordia) aunque algunos manuscritos valiosos denominan Betzatha (Casa del Olivo). El estanque era profundo y por debajo una corriente de agua de vez en cuando movía con fuerzas las aguas. Los judíos creían que un ángel causaba este movimiento y que el primero que se sumergía era sanado de cualquier enfermedad. Los antiguos siempre atribuyeron cualidades curativas y misteriosas al agua, habida cuenta de lo valiosa que era para la vida...Juan expresa lo que expresa, sin decir que esta era una superstición, pero sin afirmar tajantemente que era una acción de Dios...

Jesús llega hasta el estanque y tal vez alguien le hace notar al paralítico, que nunca podría llegar al agua primero que otro por su incapacidad. Jesús, sorprendentemente le pregunta: "¿Quieres ser sano?"...

Esta pregunta debe entenderse como un llamado a que el hombre exprese su verdadero deseo. El podía haber perdido la esperanza o tal vez temiera a las responsabilidades de un hombre sano. Cuando el hombre expone a Jesús su problema, Jesús le ordena que se levante, tome su camilla y ande... Debemos notar que Jesús indica lo que el hombre debe hacer, pero deja que el hombre mismo lo haga.

Cuando el hombre camina con su camilla al hombre es reprobado por los judíos porque era día de reposo y estaba prohibido que hombre alguno cargara alguna cosa. El hombre dice que quien le sanó le mandó que lo hiciera. Por eso los judíos descargan su ira sobre Jesús, sin alegrarse por la sanidad del enfermo.

Jesús advertiría luego al hombre sanado, en el Templo, que no debería seguir en pecado porque podría sobrevenirle algo peor (los judíos atribuían las enfermedades a actos pecaminosos y Jesús no contradice esta creencia).

El sorprende a los judíos que lo criticaban por no hacer guardar el día de reposo, contestando: "Mi Padre hasta ahora trabaja y yo trabajo". Los judíos creían que Dios nunca dejaba de actuar: "Dios nunca cesa de actuar, tal como es propio del fuego quemar y de la nieve helar, es propio de Dios actuar" (Filón, filósofo judío). Por esta afirmación "aún más procuraban matarle".

Hay una enseñanza importante de Jesús: con esta afirmación El está atribuyendo el milagro realizado ala Voluntad del Padre.







LA ENSEÑANZA



De Jesús aprendemos, en primer lugar, que El no puede actuar en nosotros si nosotros no deseamos realmente que El lo haga; algunos se acercan al Señor pidiendo bendiciones, pero no dejan que El actúe porque están desesperanzados o no quieren asumir el compromiso de dejarle actuar. Entonces no reciben lo que piden.

En segundo lugar vemos a Jesús actuando misericordiosamente ante una terrible necesidad... El enseña que la Ley no puede legislar al amor. No hay tiempo en que el cristiano no deba dejar de actuar con amor y misericordia, como lo hizo Jesús, sin importar qué riesgos habrá de correr. Jesús fue acusado por los judíos; pero El priorizaba el amor a la Ley...

El hombre enfermo nos enseña que, frente a una necesidad que no podemos resolver por nuestra cuenta, debemos asumir nuestra incapacidad pero nunca perder la esperanza. Aunque él no conocía a Jesús, cuando recibió el desafío de levantarse, lo hizo, poniendo su esfuerzo propio. Muchos reciben de Jesús lo que deben hacer, pero no lo hacen... El hombre lo hizo porque con la sola palabra de Jesús ya estaba sano.



Aplicación:

Como el hombre enfermo, debemos reconocer nuestra incapacidad frente a muchos problemas, y dejarlos en manos de Jesús, pero siempre dispuestos a obedecerle y hacer nuestro propio esfuerzo.

Como Jesús debemos siempre dejar que el amor de Dios actuando en nosotros sea más importante que cualquier otra cosa, sin importar los riesgos.



Cuestionarios de repaso:

Detalla brevemente cómo se realizó el milagro.

¿Qué preguntó Jesús al paralítico y por qué?

¿Qué problemas trajo a Jesús obrar este milagro?

¿Qué enseñanza te parece más importante para tu vida?

¿En qué momento de tu vida fue importante la aplicación de esta lección?



Versículo para aprender de memoria:

"Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja,

y yo trabajo."

S. Juan 5: 17


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